Por
Catalina
Pantuso
catalina@octubre.org.ar
Desde
el pasado miércoles 16 de noviembre y hasta fines de marzo de 2006,
en el Museo de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Valentín
Gómez 4838, Caseros), puede visitarse la muestra “Imágenes
de la década peronista, 1945-1955”. Esta es una excelente iniciativa
del ámbito académico que busca reconstruir el espíritu
de uno de los períodos más ricos, y a la vez más complejo,
de la cultura política de los argentinos.

Componen
esta exposición 120 fotos —la mayoría provienen del Archivo
General de la Nación—, un conjunto de afiches de películas
filmadas en aquel período y reproducciones ampliadas del libro “La
Nación Justa, Libre y Soberana”, publicado en 1950, con el objetivo
de difundir la acción de gobierno, y que sin duda es uno de los mejores
exponentes del diseño gráfico de la época.
La selección
del material testimonia los primeros diez años del peronismo, que según
Aníbal Jozami, Rector de la Universidad, “están atravesados
por la belleza, el conflicto, la lucha, la emoción, el poder, la tristeza
y la victoria, además de una sensación que en algún momento
pareció bastante cercana a la gloria y la redención de una sociedad.
También por la desesperación de la pérdida colectiva
y el dolor”.

Los curadores,
Samuel Amaral y Horacio Botalla, —basados en la investigación
histórica de Hilario Montuelle— eligieron para iniciar el recorrido
la imagen que se ha convertido en un símbolo del 17 de octubre de 1945:
“Las patas en la fuente”. Enfrentada a ella, se encuentra
la reproducción de la tapa del diario Crítica de aquél
día que titulaba: “Grupos aislados que no representan al
auténtico proletariado argentino tratan de intimidar a la población”.
En el
recorrido se suceden algunas fotos clásicas: Perón montando
su famoso caballo “Mancha”, con deportistas o en el balcón
de la Casa Rosada; Eva vestida de gala o con su traje sastre, junto a los
chicos o conversando con los trabajadores en sus fábricas. Pero también
hay material muy poco conocido, como por ejemplo una foto del General con
una imponente cámara fotográfica en sus manos, como si fuese
un reportero gráfico, y otra en la que se lo ve distendido, sin ningún
atributo de poder, paseando sólo por el puerto de Buenos Aires.
El protagonismo
del pueblo se documenta con las imágenes de las concentraciones multitudinarias
en la Plaza de Mayo, el Día del Trabajo y el Día de la Lealtad;
en las marchas callejeras y en los diversos actos oficiales. Impacta especialmente
la de los descamisados, en el Teatro Colón, escuchando a Perón
quien explica los alcances del 2º Plan Quinquenal.

El recuerdo
de la violencia aparece en las fotos de los destrozos causados por los bombardeos
del 16 de junio del ‘55, en la calle y en la Iglesia de San Francisco.
El dramático final de esta etapa se visualiza en una instantánea
que muestra el inicio del exilio de Perón, cuando se embarca en la
Cañonera “Paraguay”.
El
rescate de las fotos prohibidas
El catálogo,
de impecable presentación, cuenta con un artículo de Abel Alexander
(de la Sociedad Iberoamericana de Historia de la Fotografía), quien
hace un análisis sobre la forma de documentar la década peronista,
particularmente la acción de Subsecretaría de Prensa y Difusión
de la Presidencia de la Nación, a cargo de Raúl Alejandro Apold.
Esta dependencia,
que contaba con excelentes laboratorios, había diseñado de un
sistema de distribución fotográfica destinada a los principales
diarios y revistas. El material se entregaba en avenida de Mayo 850, poco
después de cada evento. Se obtuvo un enorme archivo gráfico
–tal vez el más completo que registre un gobierno argentino–
que, por estar destinado a fortalecer la imagen del gobierno, sólo
mostraba las obras públicas, y las conquistas sociales y las realizaciones
el campo de la economía.
Todos
los profesionales dependían de Emilio Abras —un fotógrafo
con larga actuación en el periodismo— y entre los fotógrafos
peronistas se encontraban Antonio Pérez, Hilario Farías, Francisco
Carusso y Alfredo Mazzorotolo.
Alexander
afirma que “Sobresaliendo del conjunto, se encontraba Pinélides
Aristóbulo Fusco, fotógrafo de fina sensibilidad y formación
pictórica, fue pionero de los registros en color y deja para la memoria
colectiva la desgarradora imagen de una Eva enferma abrazándose a Perón
en los balcones de la Casa de Gobierno el 17 de Octubre de 1951, un verdadero
icono capturado por su cámara Rolleiflex 6 x 6 cm.”
La llamada
Revolución Libertadora — instalada a partir del golpe de estado
de septiembre del ’55— sancionó el Decreto Ley 4161, cuyos
objetivos eran la persecución popular y prohibición de los elementos
de afirmación ideológica o de propaganda peronista. Se consideraba
especialmente violatoria esta disposición, la utilización de
la fotografía retrato o escultura de los funcionarios peronistas o
sus parientes, el escudo y la bandera peronista, el nombre propio del presidente
depuesto, el de sus parientes, las expresiones “peronismo”, “peronista”,
“justicialismo”, “justicialista”, “tercera posición”
la abreviatura PP., las fechas exaltadas por el régimen depuesto las
composiciones musicales “Marcha de los Muchachos Peronista”
y “Evita Capitana” o fragmentos de las mismas, y los
discursos del presidente depuesto o su esposa o fragmentos de los mismos.
Entre otras medidas se disolvió la Secretaría de Prensa y Difusión
y la totalidad de los archivos de negativos, fueron llevados al sótano
de dicho edificio y allí fueron destruidos por acción del agua,
utilizando mangueras.
Sin embargo
los autodenominados libertadores ya habían tomado conocimiento de la
importancia de la imagen en la comunicación de masas, por lo que, según
relata Alexander, trucaron “fotografías para desprestigiar
al gobierno depuesto, como fue el caso de la conocida imagen de Perón
acompañando en la UES a la actriz italiana Gina Lollobrígida
totalmente desnuda, o el intento de mostrar una desnudez total de la diputada
Juanita Larrauri en el cuerpo de Marilyn Monroe. Las fotografías peronistas
sufrieron una permanente destrucción durante este período, pero
algunos archivos lograron salvarse, como es el caso de Alfredo Mazzorotolo,
quien pudo retirar alrededor de mil imágenes de su autoría –seiscientas
de Evita y cuatrocientas de Perón– y las enterró en un
campo de su propiedad en Cascallares, provincia de Buenos Aires, donde permanecieron
bajo tierra durante 20 años; recientemente fueron restauradas y expuestas
en una muestra itinerante”.

A 60 años
del nacimiento del Peronismo y a 50 años de la denominada Revolución
Libertadora, se ve un nuevo interés, tanto a nivel nacional como internacional,
por parte de algunos ámbitos académicos por abordar diferentes
aspectos de la cultura social y política que dio carácter e
identidad a la inmensa mayoría de los argentinos.
Es en
este contexto, lejos del ataque irracional y del panegírico defensivo,
que se inaugura esta excelente muestra, que bien puede considerarse un documento
gráfico sobre las realizaciones y propuestas del primer peronismo.
Notas
relacionadas:
Galería de fotos: Juan Domingo Perón
Galería de fotos: El Peronismo
Galería de fotos: Eva Perón
Historia gráfica del peronismo
Informe especial: El Peronismo
23/11/2005
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